17.5.10

"Me estás robando" "Ya lo sé, pero soy un niño"

Daniel Alarcón y una crónica maravillosa acerca del mundo milagrero de la edición pirata de edición de libros en Perú, que por momentos da ganas de llorary por momentos de reír y por momentos de irse a Lima a hacer un curso de edición popular económica y marketing callejero.


En un cable te Télam, dos minutos después, estos párrafos intrigantes:
Cerca de un millón de internautas chinos se ganan la vida publicando novelas y relatos con gran demanda por parte del público, infomó hoy el diario China Daily. 
Webs especializadas en la publicación de estas obras cobran a los lectores que quieren acceder a ellas, aunque los precios son hasta diez veces más bajos que los de las ediciones en papel, y después entregan entre un 50 y un 70 por ciento de lo recolectado a los escritores. 
‘Destello‘, uno de los nuevos escritores en línea comentó que ‘los autores son contratados para escribir al día un determinado número de palabras, y suelen emplear entre seis y diez horas diarias en este trabajo‘. 
 O tempora, o mores...

14.5.10

Al pan, pan, y al ciego, ciego

Dice la National Federation for the Blind de Estados Unidos en una resolución de 2001: "We believe that it is respectable to be blind, and although we have no particular pride in the fact of our blindness, neither do we have any shame in it. To the extent that euphemisms are used to convey any other concept or image, we deplore such use. We can make our own way in the world on equal terms with others, and we intend to do it." (Creemos que es respetable ser ciego, y aunque no estamos particularmente orgullosos de nuestra ceguera tampoco sentimos ningún tipo de vergüenza acerca de ella. En tanto que lso eufemismos se usen para transmitir cualquier otro concepto o imagen, deploramos su uso. Podemos abrirnos camino por nuestra cuenta en el mundo en iguales condiciones a los demás, y pensamos hacerlo. 


En versión Violencia Rivas: ¡metete la corrección política en el culo!

11.5.10

De qué vive un escritor

Neil Gaiman escribe un pequeño tratado sobre la autonomía de la literatura y el arte en la era de su reproductibilidad técnica mientras explica su parte en un escandalete sobre por que cobró -y donó- 45.000 dólares de un fondo público para dar una charla de dos horas en una biblioteca, problema que en la Argentina nadie difícilmente tenga porque a) casi nadie cobra esa plata por ese tipo de cosas, b) los que cobran esa plata por ese tipo de cosas siempre se la cobran al Estado, cosa que ya dejó de escandalizarnos (por lo menos hasta que Faillace anuncie el Top 40 de Frankfurt y ahí nos rasgamos las vestiduras nuevamente).
(I don’t like talking about how much money I make, because I spent enough years as a starving journalist to know what it’s like not to have money, and to envy or resent those who do. But if you’re wondering how I can afford to blithely wave goodbye to a fee like that: I make my money writing. I sell a lot of books, in dozens of countries around the world, every year. I write and occasionally co-produce movies, and I sell the film rights to my books and stories. The Graveyard Book spent over a year on the New York Times Bestseller List.Instructions came out this week, and went straight in at #4. There were months last year when I had four different books on the New York Times Bestseller Lists at the same time. Like I said, I’m a writer, and I get paid for my writing.)
Algo así como: No me gusta hablar de cuánto gano, porque pasé suficientes años siendo un periodista muerto de hambre como para saber cómo es no tener dinero, y envidiar o guardarle rencor a los que sí lo tienen. Pero por si se preguntan cómo me puedo permitir desprenderme tan alegremente de una suma semejante: gano mi dinero escribiendo. Vendo un montón de libros, en docenas de países alrededor del mundo, todos los años. Escribo y a veces co-produzco películas, y vendo los derechos para llevar a la pantalla mis libros e historias. "The Graveyard Book" pasó más de un año en la lista de más vendidos del New York times. "Instructions" salió esta semana, y arrancó directamente en el puesto 4. Hubo meses el año pasado en los que tuve cuatro libros distintos al mismo tiempo en la lista de los más vendidos del New York Times. Como les dije, soy un escritor, y me pagan por lo que escribo.