19.10.09

Aristóteles, muerto y enterrado hace 2300 años, me pinta la cara

Dice la Poética: "(...) quienes se inician en la tragedia consiguen una gran adecuación en el lenguaje y en los caracteres antes que en el ensamblaje de la acción" (la bastante más legible traducción al inglés que estoy anotando a lo loco dice "Novices in poetry attain perfection in verbal expression and in the mimesis of character much earlier than in the ordering of the particular actions").

Que vendría a ser la crítica que por estos días le hago a más o menos todo lo que escribí al momento. Una cosa es saber con qué pared me choco, y otra ver que esa pared está ahí desde hace 24 siglos. Pero la voy a tumbar, a cabezazo limpio y testarudez. Aunque sea para que todos los bustos de Aristóteles del planeta no se me rían en la cara...

17.10.09

Para abrir la semana de la presentación, un discurso de barricada

MANIFIESTO

El tercer martes de cada mes desde las 20.15 hs.

ULTRA, San Martín 678. Entrada Gratis.


MARTES 20 DE OCTUBRE

FERNANDO RUBIO, PABLO TOLEDO Y LEA BENSSASSON


Intelectuales y artistas ponen en escena sus manifiestos estéticos, políticos y existenciales. Los invitados tendrán la libertad de confeccionar textos en los que manifiesten sus creencias o desarrollar una performance artística en la que sienten las bases de su producción. De este modo tomarán una posición frente al mundo, frente a la realidad, frente al arte.

Coordinan: Diego Erlan / Hernán Vanoli


Martes 20 de Octubre

Fernando Rubio, Pablo Toledo y Lea Benssasson


Manifiesto

Género político por naturaleza, más allá de su contenido, el manifiesto implica el deseo de proponer, trazar fronteras, prometer y volver a ordenar el mundo, confiados en la potencia del propio lenguaje. En épocas donde el nihilismo ocupa todos los discursos, decir Manifiesto implica jugarse, implica decir «en esto creo».

Si la vorágine digital y la sobreoferta de escrituras parecen devorar cualquier principio de individualidad, nosotros invitamos a decir: Manifiesto. Grito al aire o microdenuncia cotidiana, el ciclo propone revisitar acciones artísticas, políticas, relacionales, donde la fiesta de su declamación permita que los diferentes manifiestos de músicos, artistas y escritores nos sumerjan en las aguas correntosas de su poética de la transformación.


Invitados


Fernando Rubio (Buenos Aires, 1975). Director, dramaturgo, actor y artista visual. Desde el año 1998, en diversas obras busca reformular el espacio y el vínculo con los espectadores. En el año 1999 funda el grupo de teatro Brazo Largo junto a Norman Briski y en 2001 el laboratorio multidisciplinario INTIMOTEATROITINERANTE con el que sigue desarrollando proyectos y textos teóricos. Sus textos han sido traducidos al inglés, italiano y francés. Publicó las obras Cuentos para un invierno largo, Todo Cerca y Un barco de cemento en un mundo paralítico para niños abstractos y el libro de fotografías y relatos Hablar. La Memoria del Mundo (Interzona). Entre otras, dirigó la obra Un niño ha muerto (de su autoría) y Las neurosis sexuales de nuestros padres, de Lukas Bärfuss. Después de los días (2006) es su primer largometraje. Actualmente se encuentra en pos-producción el documental Las manos al piano, sobre el músico argentino Fito Páez.


Pablo Toledo es escritor, profesor de inglés y trabaja como editor del suplemento de Cultura y Espectáculos de The Buenos Aires Herald. Con tan sólo 25 años -en el 2000- ganó el Premio Clarín de Novela por Se Esconde tras los ojos. Publicó relatos en diversas antologías de jóvenes autores y postea con frecuencia en su blog, lopario.blogspot.com. Toledo explora nuevas superficies de publicación y formas de circulación para sus libros. Su novela Tangos Chilangos fue publicada en la web (tangoschilangos.wordpress.com), por entregas, reviviendo la vieja lógica del folletín. Y Los Destierrados, la última, editada por El Fin de la Noche, fue presentada ya en la ciudad de Federación, uno de sus escenarios, y volverá a presentarse este viernes en Barracas.


Lea Bensassón. Cantante y productora uruguaya. Su primer disco solista está por salir y se titulará Para cruzar. Integró el cuarteto vocal La Otra, integrado por Sara Sabah, Lea Bensassón, Ana Prada y Beatriz Fernandez, con quienes editó dos discos: uno en Uruguay por Zapatito Discos y otro en Argentina por Los Años Luz. http://www.myspace.com/leabensasson



ULTRA
Sala de conciertos y eventos. Restaurant. Bar. Arte.
San Martín 678
Buenos Aires
Argentina
Tel 54 11 4312 5605

Presentación de "Los destierrados" en Barracas








Están todos invitados este viernes a la presentación en Buenos Aires de mi nueva novela, "Los destierrados."

La novela cuenta dos historias. Una transcurre en Federación, Entre Ríos, durante el traslado forzado por la construcción de la represa de Salto Grande; la otra, en el barrio de Barracas, en las manzanas demolidas más o menos para la misma época por la construcción de la autopista 9 de julio sur. Hubo hace un mes una presentación en Federación, y ahora es momento de traer el libro a su otro hogar en un evento barraquense 300%.

Barraquense por partida triple: porque se realiza en el hermoso y centenario edificio de la Sociedad Luz; porque uno de los presentadores será Ricardo Talento, director del Circuito Cultural Barracas, compañía de teatro comunitario que ha trabajado en sus obras la historia del barrio y la construcción de las autopistas; y porque el otro presentador es Vicente Battista, barraquense nacido y criado que en "Sucesos argentinos" contó la construcción de las autopistas en clave de policial. Hablaremos del barrio, de las autopistas, y algo sobre el libro.

El libro se consigue en www.elfindelanoche.com.ar o www.prometeolibros.com.ar, y también está en Amazon - pero para los que prefieren la compra "old school" en vivo y en directo, la presentación va a ser una gran oportuinidad de hacerse de un ejemplar.

15.10.09

‘Tungsten,’ ‘wolframium,’ ‘galvanoplastic’

Juan Diego Incardona's literary world is industrial, suburban, Peronist and fantastic

Go on Google Earth and search for Ciudad Evita, in the suburbs of BA City. Zoom out until you can see the full neighbourhood on your screen. Start rotating the image, and have a good look at the shape of the neighbourhood. Yes, that’s right: it’s a profile of Eva Perón.
El campito, Juan Diego Incardona’s second novel, takes that fact and blows it up into the premise for a fully-fledged fantasy world: behind Juan Domingo Perón’s back, Evita ordered the union umbrella group CGT to build a network of hidden "Barrios Bustos" (Bust-shaped neighbourhoods), each in the shape of a Peronist historical figure (Juan José Valle, Pascual Pérez, Ramón Castillo, Domingo Mercante, etc.), each inhabited by members of the Peronist resistance specialized on some particular field of labour. Because the Riachuelo and Matanza rivers run through these neighbourhoods, chemical pollution is an everyday thing: pollution has brought mutations in the human, vegetable and animal life forms, including giants, dwarves, mythological creatures, galvanized flowers, rivers of fire... But the gorila oligarchy is launching an attack on the Barrios Bustos, and Carlitos, a hobo, turns up in the streets of Villa Celina to tell a young Juan Diego (and later his friends, and little by little the entire neighbourhood) the story of how they will defend themselves and fight back.
In a much-welcome innovation to the local literary field, Incardona spins his yarn within the tradition of fantasy, that mongrel of a genre that most people associate with Tolkien fandom in elvish costumes (even in the paratext: at the back of the book is a map and glossary of the novel’s world). Yet, this fantasy brings to life a Peronist mythology – while it paints a lovingly realistic picture of life in Villa Celina, Incardona’s home neighbourhood, and builds a powerful and multifaceted metaphor of Peronism and the social forces it unleashes.
"I work with highly referential and contemporary material: even though it’s fantasy, I start from elements I know, load the writing up with my life experience. There is a vast tradition of the fantastic, and a lot of it in Latin American literature – yet, there is a lot of weight and critical approval behind a clear, direct link with reality, at least in recent times. I want to connect to reality –in fact, I always use maps and toponymies–, but this genre also allows me to connect to the imagination and move towards the fantastic, which lets you condense much bigger meanings that provide more accurate accounts of certain aspects of the reality I want to explore. It is a personal journey, too, like walking into a dream. In Villa Celina (his 2008 collection of short stories) I was trying to be true to my memory of what had happened to me, even the fantastic elements like the hombre gato were real-life memories, people actually spent whole nights chasing this fantastical creature (reality trumps fiction). Out of elements like the hombre gato I developed the world of El campito, where the plants and wildlife are distorted by pollution. The things I invented are connected to the world I knew (landfills, the polluted river, etc.), and there were elements in this kind of literature that fit like a glove," says Juan Diego Incardona to the Herald.
Even though he chooses a well-defined genre and squeezes the last drop of literary potential out of it, Incardona steers clear of all cliches – both of fantasy and realism – by rooting his writing deep in his own background, casting a literary look on elements that are rarely a part of Argentine literature – if only because most writers don’t come from the district of La Matanza, haven’t been to a technical school, haven’t worked steel or made a living selling their own hand-made jewellry before getting their Literature degree. And, perhaps, because not many are as good, free and conscientious at their game as he is.
Villa Celina (or rather, how he has ellaborated his life there) shapes his literary world, in more ways than one. "I come from La Matanza, I lived there 29 years: I cannot write about La Matanza without Peronism, it's an indivisible part of its cultural makeup. La Matanza has a different life, institutions work differently. The Church is historically an aristocratic institution, the historical enemy of Peronism, but in Villa Celina we had a third-world parish with Peronist priests. The first time I sang the Marcha Peronista was at a Via Crucis procession. It was more social than religious, a place to hang out. When I was a kid and we played at landfills or by the Matanza river, it never crossed our minds that the place was dangerous. It was our polluted Mississippi, a happy place, a land of adventure.
"I am interested in the national, and when I think of nation I think of Latin America – but that's too vast a universe to approach with literature, how do you even start? You can write sociology, political essays, but I write fiction. So, I go to the smallest possible part, to the atom of sense and sound. A blood sample will tell you how many red cells there are in the entire body: if you take a blood sample of the country pricking the arm of Villa Celina you’ll get stories of workers who lost their jobs with Menemism, the story of Juanita the immigrant clerk, all of Argentina’s history is in the barrios. The barrio can tell you the history of the country, but it doesn’t work the other way around – the country cannot tell the barrio. So, when you’re working with the barrio, that story is not just the present – the story includes the past, playing even with meanings that you yourself don’t understand and which are haphazard connections, anything goes in that world."
Even the language he chooses is steeped in that experience. "I am interested in technical language, anything that is not literary language, that does not have a literary history. ‘Moon,’ ‘sea,’ ‘melancholy,’ these words have been written to death. But ‘tungsten,’ ‘wolframium,,’ ‘galvanoplastic,’ the name of a Peronist figure – that's virgin literary territory."
And this territory is fertile ground for his writing, which has roots in Daniel Santoro’s mythical Peronist iconography. "Santoro has been building that bonaerense world, El campito’s story happens in Santoro’s paintings."
This opens up layers of interpretation that escape more straightforward approaches to a theme – not an analysis of Peronism, but its mythology. "Many readings are possible because this mythologization of Peronism in an oneiric context with condensed creatures works like a dream, it's a past that comes back in a chaotic, out-of-control form... Peronism is mythology, it is perfect fuel for fiction – full of conjectures, stories, anecdotes."
At 39, Juan Diego Incardona has done what many writers can never achieve: he has built a rich literary world that follows its own rules and speaks powerfully to reality. That alone makes El campito a must-read.

(Publicado en el Buenos Aires Herald el 10 de octubre de 2009)

10.10.09

Otro aporte judío a la confusión general

Cosas como ésta demuestran cuál es la impronta judía en tipos laicos y mayormente escépticos como yo. Resulta que en el Shabbat está prohibido usar cualquier tipo de herramienta. La electricidad es una herramienta, ergo no se pueden apretar botones ni cualquier otro pituto que active un mecanismo eléctrico: ésto incluye a llaves de luz y ascensores. Pero, si una familia judía vive en el piso 25, ¿se tiene que matar bajando los 25 pisos a oscuras una vez por semana?

Cumbres rabínicas de por medio, llegaron a un acuerdo allá por el 60 y pico: si el ascensor para automáticamente en todos los pisos, es kosher subirse y dejar que nos lleve a casa, porque uno no está activando el mecanismo. Tanto es así que en Israel, para los edificios que tienen más de un ascensor, una ley obliga a que uno de estos ascensores tenga este sistema (lo que llaman un ascensor "Shabos") para que los observantes puedan entrar y salir de sus casas en el Shabbat.

Pero, y siempre hay un pero en las discusiones del rabinato, ahora un grupo de rabinos cayó en la cuenta, consultando con técnicos ascensoristas, que los ascensores modernos tienen un mecanismo que detecta cuando entran los pasajeros, un mecanismo que se activa con el peso de las personas y que determina cuánta energía usa el motor. Entrar al ascensor, entonces, dicen estos muchachos, implica activar el mecanismo. Ergo, no es kosher. Ergo, cagate subiendo escaleras.

Obviamente, ya hay otros grupos que no están de acuerdo, y el tema recién empieza.

Y la mejor parte está en un comentario en la nota del New York Times: “Just because there is one opinion doesn’t mean that it is everyone’s opinion. One of the wonderful things about Judaism is that there are competing opinions about everything.” Sí, en el Vaticano te lo resolvian con la infalibilidad papal y un sello de Ratzinger, sin embargo acá hay que pelearla a muerte con los libros en la mano.

Y después se preguntan por qué hay tanto paisano en las humanidades: después de este entrenamiento, la deconstrucción es facilonga como hacer la plancha en el Mar Muerto...