23.12.07

Por qué no estuve posteando nada en estos días (aunque no necesariamente en ese orden)

- La empresa para la que trabajo se vendió a un nuevo dueño, y el período de adaptación/cambio/salto hacia quién sabe qué es complicado para los que estamos adentro y nos gusta lo que hacemos.

- Terminé el primer borrador de una novela. La primera palabra del texto es "Ahora" y la última "cicatrices." . Todavía no tiene título. El resto, cuando termine de corregirlo por enésima vez y si tengo mejor suerte que con la novela anterior (inédita y sin visos de editarse), algún día entre las manos y en los estantes de las casas de gente que no conozco.

- Nació mi sobrina Sofía.

- Murió Tomy, el perro de mi hermano (el papá de Sofía), que había estado en nuestra familia desde hacía 18 años.

- Volví después de muchos años a leer algo de García Márquez, aunque esta vez no su obra literaria (been there done that, muy rico todo, thank you for the memories pero más allá de El otoño del patriarca y algún sobrevuelo por los cuentos no creo que vuelva a pastorear en esos campos - en insuperables palabras de Emily Dickinson, "impart, depart", o, como decía Jed Bartlett en The West Wing, "What's next?") sino Entre cachacanos, una recopilación de sus artículos periodísticos. Salteo puntillosamente todas sus reseñas cinematográficas, y no hay nada más aburrido que leer noticias viejas, pero el tipo entendía algo acerca de cómo escribir para un diario que trasciende la "noticia". No descubrí nada que no se venga diciendo desde hace 100 años por lo menos, pero en un mundo ideal todo el periodismo gráfico de este momento estaría escrito de esa manera: no se entendería nada, pero sería hermoso. Para alguien que viene de la literatura y que ahora se está metiendo en una versión "cabeza" del periodismo al estilo volanta-bajada-lede-dato-dato-dato, ver la crónica de una catástrofe en la que murieron 500 personas en la que la primera cuarta parte cuenta en detalle lo primero que hicieron a la mañana dos chicos de campo, con una prosa delicada y efectiva que bien podría estar en Ojos de perro azul, es como si uno de los jugadores del metegol agarrara la pelota, se soltara del palo y empezara a hacer jueguito. Y sí, hay una distancia de 500 kilómetros de autopista entre Gabo y cualquiera de los actuales "cultores" de la crónica periodística, perdón por el exabrupto pero la diferencia es que Gabo escribe muy bien y termina contando lo que importa de la noticia y que la "crónica periodística" está llena de gente que escribe con los pies, se cree muy viva y termina no contando nada de forma muy pretenciosa. También está llena de gente que lo hace muy bien, pero una cosa es que a Gabo le salga una vez eso de arrancar con un detalle mínimo y otra que sea casi obligatorio arrancar cada nota con un detalle "simbólico y significante" y terminarla con un par de frases pretendidamente poéticas: es la diferencia entre ser original y repetir una fórmula, más "suelta" pero igual de odiosa que la pirámide invertida.

- También leí, de un tirón, Mientras tanto, de Juana Libedinsky. Conocí a Juana el año pasado y compartimos dos charlas de café y una presentación de libro (suyo), y me cae muy bien - ella, lo que escribe y cómo lo hace. Tiene una de esas vidas glamorosas e interesantes que parecen de mentira, y se dedica minuciosamente a escribirla para que parezca más de mentira: el personaje de la periodista cool que viaja por el mundo entrevistando intelectuales, visitando lugares fashion, pasándola bien y mechando entrevistas sesudas con notas ligeras. Tiene una capacidad de reírse de sí misma y parecer ligera que nadie confundiría por 15 segundos con estupidez, y emprende y consigue más cosas en 15 minutos que otra gente en el resto de sus vidas. Como le dije cuando la conocí, las notas "ligeras y cortitas" que salen en el suplemento Enfoques de La Nación, en las que toma datos locos o costumbres estrambóticas y las cuenta así como quien no quiere la cosa, siempre fueron mis favoritas, más que las entrevistas que recopiló el año pasado en English Breakfast (y eso que soy un fana confeso de casi toda la gente entrevistada en ese libro...). Mientras tanto es una recopilación de esas columnitas, y es algo así como el mejor blog que vayas a leer en tu vida pero mucho mejor (una sensación parecida a la de La letra e, un rejunte de textos de los cuadernos y diarios íntimos de Augusto Monterosso). O sea, si Juana pusiera un blog cerrarían muchos otros empezando por éste.
Otro dato interesante: el libro se entregaba en la iniciativa de POD de La Nación-Capítulo Dos, y yo leí la edición "Large print" que vendría a ser un 20% más grande (en formato y tamaño de letra) que los libros normales. Y sí, los libros un 20% más grandes son 2.000% más agradables de leer.

- Finalmente salió de la fucking imprenta Ramon writes, la tercera edición (corregida, aumentada, rediseñada, reeditada y retovada) de la recopilación de una vieja columna del Buenos Aires Herald en la que estuve trabajando como bestia los últimos cinco meses. Ramon era un personaje genial que inventó Basil Thompson. Basil, además de ser presidente del diario durante mucho tiempo, escribía una columna diaria de humor (las columnas diarias vendrían a ser como los blogs pero hace 50 años y con una exigencia bastante más apremiante). Las cartas de Ramon están escritas en Spanglish, cosa que las hizo famosas (I am that I give no more, I can aguantate no longer, o una con la que me identifico en tanto padre de mujeres, My girls with the minifald!), pero más que nada era un chanta porteño muy divertido al que le pasaba de todo. Ese tipo de textos que los diarios ya casi ni publican, tan esenciales como las noticias y las crónicas periodísticas de los párrafos anteriores.
Con este libro hice por primera vez hice de "100% editor": agarré el original de autor, revisé el texto, trabajé opciones de diseño, preparé la diagramación, corregí pruebas, etc. Tiene sus errores (hay uno en los foliados de página por el que me quiero pegar un tiro en las gónadas...), pero estoy muy orgulkloso también de eso, y me ocupé de poner mi nombre donde a los editores realmente nos importa: en la página de legales, debajo de la ficha bibliográfica de catalogación en fuente, estampé la gloriosa, poética y cariñosa frase "Edición al cuidado de Pablo Toledo".

8.12.07

Un cacho de cultura

En la ADN de la semana pasada, Beatriz Sarlo escribe un artículo en la más rancia tradición Adorniana acerca del desvanecimiento del concepto de cultura en el que ni siquiera intenta disimular el asco que le causa la mezcla de lo que ella define como la alta literatura con la runfla. No se ahorra ningún palo para los ignorantes de la "alta literatura", y puntualmente menciona como bodoques comerciales a Ian Mc Ewan (ya dije varias veces lo que me parecen sus libros), Brett Easton Ellis (desparejo y petardista, pero American Psycho es una muy buena novela) y Jonathan Franzen (The Corrections, lo único suyo que leí, es una novela impecable, demoledora, magistral).

Sólo que en el artículo habla de las novelas de "Bretton Ellis" y "Jonathan Franze".

O sea...

7.12.07

El que avisa no es traidor

Yo ya avisé hace como un mes, pero por las dudas repito: el jueves 14 se estrena en Argentina The Golden Compass / La brújula dorada, y la runfla va a estar enardecida - algunos van a a estar obnubilados por el presupuesto/despliegue/sanguchitos de miga del preestreno/sobre de la productora, otros van a poner el grito en el cielo porque ofende a nuestra santa madre iglesia, otros van a estar babeados por Nicole Kidman, los diarios traducirán mal alguna nota de diarios de Estados Unidos donde el escandalete ya lleva varias semanas, etc.

La papa la tiene Neil Gaiman, cuando dijo en su blog algo así como "estos yanquis están todos majaretas, déjense de joder y vean la película".

Para facilitar el trabajo, estos son los errores que los medios argentinos van a publicar sobre His Dark Materials:

- NO ES una copia de Harry Potter. No apunta al mismo público. No está escrito para competir con Rowling.

- Los referentes literarios más importantes para entender el libro no son ni Tolkien ni C S Lewis, son John Milton y William Blake (en particular, la lectura que hace William Blake del Paradise Lost de John Milton). Y en todo caso, C S Lewis muchísimo más que Tolkien.

- Ya que van a comparar con los libros de C S Lewis, recuerden que Las crónicas de Narnia es una serie de 7 libros de los cuales The Lion, the Witch and the Wardrobe es sólo el primero y más famoso (aunque no el primero en la cronología de Narnia).

- NO ES "ciencia ficción". En todo caso, es "fantasía".

- La traducción es Sus oscuros materiales, y no Los materiales oscuros

- El primer libro de la trilogía se llama Northern Lights en la edición británica y The Golden Compass en la edición yanqui. Ah, y Northern Lights se traduce como "Aurora boreal" y no como "Luces del norte".


Este es un servicio del departamento de obsesivos y
anal retentives de "Lo parió". Estamos trabajando para usted.

La era de la boludez

En una misma semana:

- una entrevista en Ñ a Josefina "China" Ludmer, guía espiritual de los críticos literarios argentinos de la línea puanista pura y dura, diciendo que se viene la "mala escritura"


- una columna del inoxidable Damián "muero porque me digan enfant terrible" Tabarovsky felicitando por mal tocado a un disco de PJ Harvey

- El trailer de la próxima película de los Hermanos Güachósqui, sobre Meteoro


Digo, está bien que hay que buscar nuevos paradigmas, que ya no queden temas originales, que todas las buenas historias ya las contó Homero, que la belleza pasóde moda con Duchamp y es un concepto más burgués que el plazo fijo a 90 días y todo lo que quieran... pero ¿soy el único tarado que todavía prefiere las cosas "bien hechas" y las "buenas historias" cuando están "bien contadas" ?