16.5.08

Seis más y seis menos de Buenos Aires

Ya que la amiga Chili me pasa un meme, aprovecho para salir de mi modorra de posts.

Básicamente, seis cosas que me gustan de Buenos Aires y seis cosas que no me gustan.

Me gusta:

- que todo el tiempo, en todas partes, estén pasando cosas. Todo el tiempo. En todas partes. En las calles, en teatros, en casas, en rincones, en centros culturales clandestinos armados abajo de una baldosa.

- las librerías. Las de saldos, las de viejo, las de la calle Corrientes, las de libros en inglés (aguante Walrus), las del Parque Rivadavia, las nuevas que están poniendo en San Telmo, las que todavía no conozco, las que abren a las tres de la mañana.

- que todavía haya barrios, que queden lugares de casas bajas y árboles así de altos.

- la atmósfera. Hay algo en las calles de Buenos Aires que vibra de una manera que me gusta. París me embola, Londres me mata, Mar del Plata me enferma, Córdoba me gusta, Nueva York me acelera, pero hay algo en Buenos Aires que me pega bien.

- que haya, dentro de la ciudad, las ruinas de otra ciudad con pretenciones: palacetes, edificios demasiado armados, avenidas monumentales venidas abajo, proyectos señoriales venidos a menos, monumentos y parques, fotocopias de París o de Londres transplantadas sin ninguna consideración, y arriba de eso barrios obreros de la utopía peronista devenidos en zonas caras, y encima barrios de inmigrantes reciclados, y nuevos barrios de nuevos inmigrantes, y las 25 variaciones de Palermo, y Puerto Madero, y las capas geológicas de siglos de mediopelismo. Y eso me gusta, ese gran museo de la parte más decadente del "porteñismo" me gusta mucho.

- que tenga un tamaño abarcable: ni tan chica como para que no queden lugares por descubrir ni tan grande como para vivir desubicado.

No me gusta:
- que a nadie le importe demasiado de nadie más que sí mismo y que eso se note en la manera en la que viven las calles, en la que miran en las esquinas, en la que manejan sus autos, en la que nadie cuida nada.

- que el transporte público sea una basura, el tránsito un desastre y que a los que andamos en bicicleta nos traten como si fuéramos invisibles, indeseables e indestructibles.

- que la ciudad esté llena de imbéciles que votan a imbéciles como Macri, que discriminan (por sexo, por religión, por nacionalidad, por color de pelo, por marca de zapatillas, por si cargan a la izquierda o la derecha, etc.), que viven para sus ombligos. Está bueno las pelotas.

- que para ver un pedazo de río haya que subirse a un globo aerostático, comprarse un piso 2 en Libertadores o peregrinar 5 kilómetros. Lo mismo para ver un pedazo de pasto con dos árboles arriba.

- que no haya una ley, código, criterio, ordenanza o sugerencia que se respete - no las respetan ni los que las escriben ni los que deberían cumplirlas, ni los que las defienden ni los que las atacan ni los que se quejan ni los que putean a los que no las respetan.

- que esté cada vez más partida en subciudades que van dejando gente afuera: Palermo para los que tienen algo de plata y son modernosos, San Telmo para los turistas y los que tienen algo menos de plata que los de Palermo, el Sur y el Oeste para los que no les alcanza la plata, el Norte para los que les sobra. Tengo una hija de 3 años: todos (TODOS) los lugares que ofrecen cosas copadas para chicos están en Palermo y Barrio Norte. De mi lado de la ciudad no hay nada que hacer salvo tomarse un colectivo. Y así todo. Y cada vez más.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Pablo, es la primera vez que leo tu blog y tenía que decirte que me gustaron mucho los seis más y menos de Buenos Aires.
Me parecieron más relevantes los seis menos que los seis más. Medio garrón, no?

Desirée dijo...

interesante lista, y de las dos, confieso, me gusta más la de los "no me gusta".

Carlitos dijo...

Pablo, ¿dale que me pasás el meme a mí?

Memeéme, dele!