26.7.06

Los números mágicos

Habilitaron un número para denunciar delitos que están ocurriendo en los trenes, para que la policía pueda detener a los chorros en la siguiente estación de tren. Preguntas:

- ¿Alguien supone, de verdad, que si yo llamo a mitad de camino entre dos estaciones la bonaerense (nada menos) va a estar en el andén en dos minutos?

- ¿Los celulares no son una de las cosas más pungueadas? ¿Con qué se supone que llamo, con el zapatófono? No, me olvidaba, zapatos y zapatillas también afanan...

- ¿Alguien supone, de verdad, que puedo llamar y decir en voz bien alta para que se me escuche por sopbre el ruido del tren "Señores, hay un flaco de buzo azul y pantalón gris que se está choreando una billetera al lado mío, si quieren les paso con él así le preguntan el nombre y la dirección así lo pasan a buscar con un patrullero esta noche"?

- ¿A qué cráneo se le ocurrió que el número fuera *31416? ¿Qué sigue? ¿El número de Fibonacci para denunciar a los que tiran basura en las calles? ¿e para pedir que vengan a podar el árbol de la esquina? ¿La raíz cuadrada de 2 para pedir pizza de Güerrín? Si contaban con que algún alumno de las escuelas provinciales de Buenos Aires post-Ley Federal de Educación reconozca el número van más que fritos...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La iniciativa me parece magnífica, no sé por qué tanta queja. Por gente como usted, descreída, no crecemos. Usted debería apostar, y sólo opinar cuando las cosas a evaluar hayan sucedido. Usted, quiero decir, es un gorila. Y eso de la ley federal, ¿qué significa? Bardo al pedo: ¿qué tienen que ver la ley federal y el sistema educativo con que un chico no pueda hacer un simple llamado telefónico? Por otra parte, si tanto lo enoja esta iniciativa, proponga otra cosa, ¿o no sabe que cualquier ciudadano puede presentar proyectos de lo que sea?, ¿o no sabe que usted, como ciudadano, incluso ilustre, ganador de un importante premio literario, puede ser candidato a lo que se le ocurra y, una vez en su banca, formular las leyes que mejor le parezcan? En fin, igual celebro su ironía: no es de vieja de barrio. Tampoco lo era la de Borges (salvando las distancias), pero tanto él como usted, para mi gusto, piensan como muchas de las viejas de barrio que yo conozco.

Pablo Toledo dijo...

En ese caso quisiera conocer a las viejas de su barrio, capaz que nos llevamos bien. Y gracias por darme una lección de lenguaje: aprendí que el término "gorila" sigue en cierculación más allá de los discursos de Cafiero.

Pablo Toledo dijo...

Ah, me olvidaba: y el tema de la ley federal de educación no va en contra de los chicos, sino de los que aprobaron una ley de educación que desde antes de su lanzamiento tenía el (la experiencia lo probó, más que justo) rechazo de estudiantes, docentes y especialistas cuerdos de educación. Gracias a ese mamarracho de traspasos de escuelas sin presupuestos, descentralización sin reflexión y vaciamiento de contenidos en nombre de quién sabe cuántas estupideces, y, para ser justos, en nombre de la mala leche con la que se implementó una ley que de entrada venía mal parida, tenemos alumnos que (pensé que el chiste se entendía sin explicaciones...) saben usar el teléfono pero no saben qué pitos es pi. Y, para mantener el tono literario, hay cosas que no son para mal de nadie sino para bien de todos. Como llamar las cosas por su nombre.

Anónimo dijo...

En fin, usted es de los que se defienden atacando. Soberbio, pedante, gorila. Lo hizo en su post y lo hace ahora. No le voy a pedir que me escuche.