- Córdoba (capital) es una de las ciudades más vivibles del país, por lejos. Tiene un millón y medio de habitantes, o sea la mitad que Buenos Aires "de la Gral Paz para adentro", pero 10 veces menos neura, casi ningún cable flotando por el aire, mucho más verde, sierras a la vista y una atmósfera relajada, junto con cantidad de museos, vida universitaria y demás cosas. La arquitectura vira entre el colonial glorioso, lo viejo mal conservado y edificios nuevos que son francamente horribles, pero el tono general de la ciudad más que compensa.
- Habiendo dicho eso, los restaurantes que rodean la Catedral son trampas para turistas, con honrosísimas excepciones. Pero, curiosamente, los patios de comidas de los shoppings son relativamente baratos y tienen opciones más interesantes que los porteños.
- Santa Rosa de Calamuchita está a cuatro pasos del paraíso, y más con una pileta a mano y un arroyo a 150 metros. El que no recarga baterías ahí es porque no tiene remedio. Y aguante el cabrito (aunque nomás de mirarlo haga subir el colesterol).
- Nada como escuchar a Lúnasa y Bothy Band de cara a las sierras en el atardecer.
- Las ingratas, de Guadalupe Henestrosa, es el ejemplo de un libro sin pretensiones pero impecablemente ejecutado. Simplemente se propone contar historias y lo logra, se lee de un tirón, tiene una prosa híper eficiente, sentido del humor, un nivel de observación envidiable y no cree ser más de lo que es (hasta se toma en broma con el subtítulo "novela sentimental").
- Saturday, de Ian Mc Ewan... estoy por la mitad y ya dan ganas de matarlo. Dejemos de lado las novelas anteriores (de las que leí, The Child In Time se cae al final pero Enduring Love es un mazazo en la cabeza) y el trasfondo político del libro (post 11 de septiembre pre invasión a Irak): el tipo desarma el monólogo interior ya la novela psicológica y los rearma en formato mecanismo de relojería, y le sale impecablemente. El personaje principal es un neurocirujano, y la visión del libro está construida desde su mirada operativa de la subjetividad. Sensaciones, pensamientos, estados de ánimo, reacciones, interacciones de personajes, todo está narrado desde sus mecanismos (sube la presión, se describen procesos neurológicos, el personaje analiza e interpreta todo científicamente) y desde el detalle más concreto y objetivo, pero con una tensión que muestra lo insostenible del mecanismo. Es una situación clásica (todo lo que pasa en la cabeza de un fulano en un día, oh sorpresa, sábado) y todo apunta a que la mitad del libro que me falta leer seguirá el patrón "el día que cambió la vida de", pero la forma en que se plantea la lectura del mundo de este personaje es totalmente radical sin obstruir la narración y es en sí una toma de posición fuertísima. Más comentarios cuando termine la lectura.
10.2.07
Descanso del descanso 2
De vuelta definitivamente del segundo tramo de vacaciones, algunas observaciones cordobesas:
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1 comentario:
comparto lo de Saturday...
y el ufa.
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