11.7.07

Un libro copado

Un par de posts atrás comentaba que le tenía echado el ojo a una edición de "Jonathan Strange & Mr. Norrell", de Susanna Clarke. Fui y desenfundé mis morlacos. Y, al contrario de lo que pensaba por verlo en la vidriera de la librería, no era un tapa dura mass market sino la primera edición tapa dura en el mercado norteamericano, de 2004 - y resultó ser, como objeto, un libro hermoso.

En los mercados "desarrollados" del libro (o sea, donde se lee y se vende mucho) un mismo título tiene varios ciclos de circulación: sale primero en hard cover (tapa dura) con un precio alto, para los que quieren leerlo antes y pagar el "premium" de una buena impresión; después en trade/paper back (la edición en rústica en la que sale el 99% de los lanzamientos en la Argentina) con un retraso de varios meses, con un precio menor para los lectores que no les interesa esperar unos meses con tal de pagarlo menos; y finalmente una cantidad de versiones del pocket book (colecciones de libros de bolsillo, clubes del libro, ediciones de aeropuerto, etc.) a precios más o menos tirados. Las variaciones de precio de una edición a otra son bastante grandes, pero los libros de tapa dura venden mucho y se imprimen en cantidades, por lo que la producción de libros en tapa dura está muy desarrollada y hacen productos que realmente tienen onda. Este libro es uno de ellos.

Para empezar, el formato es incómodo para leer en el colectivo (un libro de 780 páginas, por definición, es incómodo en el colectivo a menos que uno lo filetee en 4 volúmenes de 200 páginas), pero el papel es de buen peso, tacto y color, los márgenes de las páginas son generosos, la encuadernación es robusta y con detalles "de la vieja escuela".

Pero donde los diseñadores realmente se pasaron es en el toque de época. La trama de la novela pasa en Inglaterra a principios del siglo 19, y habla de dos magos - una mezcla de fantasía con ficción histórica, supongo (leí los primeros dos párrafos y la contratapa, más comentarios cuando avance). El primer toque de época está dado por la sobrecubierta:

Una tapa simple, efectiva, pero sobre todo con un diseño y tipografía que imita a las portadas de los libros de esa época - además del detalle de que las letras y el diseño del cuervo están en relieve, lo que les da una onda impresionante, y de que "en persona" el negro y el blanco son muy intensos, o sea que entre las tapas colorinches y llenas de dibujitos de la mayoría de los libros esta, sin ser minimalista, destaca por lo simple. Todo el diseño de interiores (desde la tipografía hasta la portada, la portadilla, las ilustraciones y detalles como las cajas tipográficas o los números de página) están hechos con el mismo criterio "de época".

Y el toque maestro está en el lugar menos esperado: el borde de las hojas
Los tipos no guillotinaron el borde de las hojas, con lo que quedó este reborde "desprolijo. ¿Por qué es un toque maestro? Porque en el siglo 18/19 los libros se vendían en folios sin cortar ni encuadernar (técnicamente, "en rama") y cada lector se encargaba de ir a su encuadernador amigo o de encuadernarlo en casa (un arte casi perdido). O sea, con un toque mínimo, pero sobre todo creativo y original, hicieron no sólo que este título se distinga de todas las demás ediciones en tapa dura, sino que cada ejemplar sea único - el perfil de las hojas es una huella digital, no hay dos libros idénticos.

No aparece el nombre del diseñador o del editor del libro, pero supongo que en esto tiene que ver el hecho de que la autora haya trabajado varios años como editora en Inglaterra: como objeto, este libro es de los más pensados de cualquier biblioteca, y destaca en las áreas de producción en las que generalmente nadie piensa más de dos segundos. Y lo mejor es que no está hecho simplemente para destacar ("en la tapa va cualquier cosa, no importa, total es sólo el packaging del libro") - todas las elecciones son una extensión del tono y el mensaje de la novela, esta misma edición para "American Psycho" es un fracaso. Tener el libro en la mano ya pone al lector en clima para lo que hay en las páginas.

Es para sacarse el sombrero.

UPDATE: otro motivo para enamorarse: el libro entero (como, en realidad, no podía ser de otra manera) está compuesto en tipografía Baskerville, acorde a la época, al lugar, y sobre todo al buen gusto de esa tipografía clásica y hermosa (aunque, para los diseñadores modernos, demasiado pesada y arcaica). No sólo eso, sino que al final del libro hay un párrafo acerca de la historia de la tipografía Baskerville y una breve comparación con la Caslon, la otra tipografía clásica inglesa. Así se hacen los libros, he dicho.

4 comentarios:

Ignacio Lois dijo...

Es una maravilla este libro. Yo no lo terminé todavía (y diré que lo tengo un poco abandonado) pero es tremendo. Te cagás de risa, te cagás de miedo, te cagás. De lo que haga falta.
Saludos

Anónimo dijo...

Como dicen los publicistas de NIKE y los habitantes de las islas Malvinas :

Just read it!

Anónimo dijo...

Otra cuestión interesante es que de a poco –en tales mercados– httplos libros empiezan a aparecer en Amazon [con tapa dura o la edición rústica] y cada vez más baratos. En algunos casos a menos de un dólar. No sé si será ese el caso de "Jonathan Strange & Mr. Norrell", que parece un libro de colección.

Libros, vaya fetiche.

Anónimo dijo...

Qué libro maravilloso. Justo hoy pensaba en releerlo, tal vez lo haga. Yo no tengo tu edición, que se ve tan mona, porque compré la española y a la página 100 me arrepentí. En inglés debe ser más bello aún. Salutti.

PS: ya está en las librerías "The ladies of grace adieu and other stories", de la misma autora.