6.2.08

Uno de tanto en tanto viene bien

Recién llegado de las serranas vacaciones, el recuento de lecturas da más bien escaso: en otras épocas mi ritmo era de 1 libro cada día y medio, ahora paso más tiempo en la pileta con Maite que enterrado entre las páginas.

Leí Letters from London, un excelente libro que recopila los artículos de Julian Barnes para The New Yorker. Recomiendo calurosamente el libro, que además tuvo el adicional de ser "preparación" para entrevistar a Barnes esta tarde en su fugacísimo paso por Buenos Aires.

Tengo a mitad de camino The Ladies of Grace-Adieu, un libro de cuentos de Susanna Clarke en el que reincide en los temas y los tonos de Jonathan Strange & Mr. Norrell demostrando de paso que puede escribir con un aire Jane Austen o como se le canten las ganas sin que se le mueva un pelo, y con la misma efectividad de Strange & Norrell (que también aparecen como personajes, así como el Raven King y toda su troupe).

Pero en el medio me ensarté con algo que supuse iba a ser el hallazgo del verano y resultó un fiasco: Beyond this Horizon, de Robert Heinlein. Conocí a Heinlein gracias a Carlos, que me regaló los ibros de Lazarus Long, y a alguna otra lectura suelta de mi época de leer ciencia ficción a pasto. Heinlein es uno de los popes de la "línea dura", al estilo Asimov o Clarke (más cerca de Asimov que de Clarke), pero a pesar de que Wikipedia lo define cono una obra maestra este libro es un bodrio de proporciones importantes.

Pero de todo se aprende, y las maneras en las que este libro se cae a pedazos dicen bastante de cómo escribir bien:
  • A Heinlein le interesa más bajar línea sobre sus ideas de genética, eugenesia y economía que contar una historia. Bah, Heinlein en realidad no tiene ni historia ni personajes ni nada: tiene un par de ideas sobre las que quiere machacar y 200 páginas que llenar.
  • A mitad de camino se queda sin historia y directamente convierte al libro en un congreso de futurología por dos pesos, filosofía berreta y unas ínfulas pretenciosas que alcanzan como para 5 tomos de la Enciclopedia Británica, con dosis de líneas argumentales prefabricadas prefabricadas como para que las cosas "avancen".
  • Está escrito con los codos, sobre todo por ese cáncer de la sci-fi línea dura cuando no está bien escrita: si lo único que improta es inventar un mundo complicado basado en ideas locas, ¿cómo se lo explico al lector? Fácil: la primer mitad del libro está llena de personajes tarados a los que les explican hasta cómo bajarse el cierre cuando hacen pis, o de discusiones en las que por cualquier excusa hacen el racconto de la historia universal desde el año en que se escribió el libro en adelante. Tampoco ayuda que los diálogos sean inconsistentes, que no haya transiciones entre escenas, que los personajes sean menos que unidimensionales y una larga lista de etcéteras a nivel "técnico".
Lo interesante es justamente la imagen negativa: la historia lleva el libro, o los buenos personajes, o la buena escritura, pero lo que menos importan son esas dos putas ideas sobre las que quiere machacar el escritor. Y con esta conclusión espero que alguno se ahorre de leer el libro...

Y me olvidaba: estos librejos los compré en Walrus Books, una de mis nuevas librerías de cabecera en donde venden y compran libros usados en inglés con precios bastante más potables que los de las librerías "del gremio" (KEL, SBS, Acme y demás), puesta en un local precioso de San Telmo (Estados Unidos 617, esquina Piedras si mal no recuerdo). El catálogo tiene cosas interesantes y otras no tanto, pero dan ganas de revolver y aparte de los libros nuevos que pegan la línea de los 60 pesos se consiguen buenas cosas por debajo de los 30 (Barnes: $22, Clarke: $25, Heinlein: $8 en una edición batallada de 1968, toda la narrativa breve de Kafka en inglés incluyendo la Metamorfosis y las alegorías: $50). Vale la pena una visita.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Así es nomás, muchas veces Heinlein lo único que termina haciendo es bajar línea. Le salió bien (por lo entretenido) en Starship Troopers... pero claramente, de "línea dura" esta novela no tiene nada.

Y ya que hablamos de la línea dura, admito que leo poquísima ci-fi, en comparación con aquellos otros años (éramos tan jóvenes)... pero así y toso estoy redescubriendo a Phillip K. Dick, con una colección de sus cuentos completos (5 tomos, bien gracias). Alucinante como siempre.

Y claro está, nadie mejor que clásicos como Bester o Sheckley, pero bueno, que ya estamos grandes y nos conocemos todos :-)

Abrazo!