2.7.07

Paradojas del homofóbico argentino

Argentina es un país realmente hostil a la diferencia en la forma que fuere, proclive a la discriminación en formas leves, moderadas y a veces burdamente pronunciadas. De todos los grupos discriminados, los que son despreciados más impune y abiertamente son los homosexuales.

Y, como corresponde, mientras más arraigada sea un área de la sociedad, más encarnada va a estar esa masa de odio discriminatorio. El caso más flagrante es el fútbol, un ambiente en el que cualquier insinuación de homosexualidad es un escándalo nacional, en el que los que declaran su homosexualidad son excluidos o agredidos y en el que la palabra "puto" es uno de los insultos de más grueso calibre y de más frecuente intercambio (siempre en su variante pasiva, porque si bien los demás "son todos putos", nosotros "los vamos a coger", manteniendo nuestra virilidad más allá de toda cuestión por alguna virtud teologal desconocida).

Y sin embargo, pocas actividades tan cercanas a aquel ideal griego de la amistad y confraternidad entre varones que el fútbol, un mundo en el que no hay mujeres pero sí vestuarios, contacto físico, sudor, jadeos, emociones fuertes.

Y como para muestra basta un botón, miren si no la ternura en esta foto del partido de esta noche de la selección:


¿Qué hubiera pasado si se partían la boca de un beso, de la pura alegría de festejar un gol entre dos personas que se quieren? ¿Exigirían la sangre de estos dos jugadores, la expulsión de la selección, comenzarían las exégesis condenatorias de todas las jugadas que hicieron en sus vidas?

2 comentarios:

Ignacio Lois dijo...

bueno, sería como aquel insoportablemente famoso pico de maradona y caniggia, cuánto duró eso en "los medios"?

Anónimo dijo...

Diego Maradona le parti� la boca a Claudio Caniggio con ese hist�rico beso.

�No saben si se lo puede ver de en You Tube? Es una joyita.