- A los muchachos de Perfil: gente, guarda con la parrilla y los cierres de los suplementos. Ponen en tapa, en el copete de la nota y en la nota misma que Sanguinetti desterró la vuelta olímpica. Pero el viernes la alegre purretada de Bolívar 263 se despachó todo el día en plena calle en una vuelta olímpica que lo único que no tuvo de tal fue el recorrido por los claustros. Está bien que los suplementos cierren antes que el diario, pero un poco de actualización (y algún editor despierto) no están de más...
- Sanguinetti, antes de hacerte el procer desatornillate del asiento de rector, vos y la caterva shuberoffista que está instalada en todos los cargos docentes y no docentes de la prestigiosa casa que desprestigiás con tu acomodaticia gestión que ya se va estirando a límites que sólo se pueden catalogar como de monarquía absoluta por derecho divino. Y ni sueñes con que el espacio vacío frente al busto de Jacques en las escaleras de entrada, o que rincón alguno del Colegio, sean alguna vez profanados por tu grosera efigie. Rechiflados en nuestra tristeza, te evocaremos para ver que habrás sido en nuestra pobre vida paria sólo un mal tipo.
- El mito que intentás imponer sobre el origen antisemita de la bacanal estudiantina mejor conocida como vuelta olímpica es tan falso como verdadero es el imborrable recuerdo de tu padre corriendo un chancho por los claustros, y de allí el mote de Chancho Sanguinetti. Lo tuyo es vendetta familiar. Cuando tu hijo te suceda en el cargo, quién sabe qué otra culpa ancestral obsederá su vida institucional. Sorpréndannos, Sanguinettis.
- Si la vuelta olímpica se desbanda en violencia, Foucault diría, es sólo porque en un día los egresantes te vomitan en la cara 5 años de violencia institucional. Construí un espacio más vivible y va a poder haber fiesta sin desbandes. Pero la fiesta ocurre igual, con o sin tu anuencia, con o sin sanciones, con o sin tus impagables adjetivaciones (exemplae gratia aquello de "desbordes polinésicos": cagate en la corrección política, embajador de la Micronesia).
- Cuando estaba en primer año, una de las primeras cosas que hice fue ir a entrevistarte para la revista del taller de periodismo. Era después de la séptima hora del turno tarde, en tu despacho. Las preguntas giraban sobre la disciplina, los programas, temas variados. Al final, tu saludo fue "hace demasiadas preguntas, vamos a tener que hacer algo al respecto más adelante". No me olvido, Sanguinetti, no me olvido.
20.11.06
Algunas reflexiones claramente sectarias
Perfil publica hoy una entrevista de Magdalena Ruiz Guiñazú a Horacio Sanguinetti. Comentarios de un hermano en el aula y en la vida:
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1 comentario:
"...cuando tu hijo te suceda en el cargo" jajajajaja! Me hiciste reir sin ganas...
Ahora, lo de preguntar demasiado no lo remedió un ca**jo, graciadió.
Oski
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