27.9.07

Lea, difunda y recomiende

Acabo de leer un libro de esos que deberían figurar en todo manual del alumno bonaerense: The Curious Incident of the Dog in the Night Time, de Mark Haddon (la traducción española se titula El curioso incidente del perro a la medianoche y en estos días se consigue fácil junto con la traducción de la nueva novela de Mark Haddon, que no leí peroa la que después de este libro le pongo mi voto de confianza).

El libro es simplemente milagroso. Está narrado en primera persona por un chico con síndrome de Asperger, y si bien nadie puede saber exactamente qué pasa dentro de la cabeza de alguien con esa condición hay un 95% de probabilidades de que se parezca mucho a lo que escribe Haddon. Escribir desde un narrador así es dificilísimo, y sobre todo imposible de sostener a lo largo de toda una novela porque a) el chiste se gasta (sí, el chico no entiende las emociones de las personas; sí, tiene una obsesiópn con las matemáticas; ¿y después qué?), b) el narrador es limitadísimo, porque no interpreta las relaciones humanas en una historia que trata básicamente sobre ellas, y c) pensar y ver el mundo desde esa óptica es un ejercicio prácticamente insuperable.

Pero sin embargo habemus papam: la novela hace maravillosamente a), milagrosamente b) e increíblemente bien c). De hecho, la comprensión y conocimiento de Haddon sobre el tema es enciclopédica pero nunca se lo refriega en la cara al lector: está todo ahí todo el tiempo, pero en modo "así se ve el mundo desde este personaje" y no en modo "10 cosas que no sabías acerca de la vida de un autista funcional". Y, por supuesto, la palabra "Asperger" no figura ni una vez en toda la novela (una citadísima frase de Borges es eso de que en el Corán no hay camellos, cosa que aparentemente no es cierta porque no faltó el idiota que contara la cantidad de veces que aparece la palabra "camello" en el Corán pero que significa que para escribir sobre Argentina no hacen falta gauchos ni mates de plata ni paisajes de Aldo Sessa ni repetir cada dos líneas las palabras "che", "mate" y "desaparecido").

Otro hecho "singular" es que es la primera novela "para adultos" de un autor que hizo guiones y libros "para chicos" (en Inglaterra salió en dos ediciones, una con tapa "infantil" y otra con tapa"adulta", an Argentina se distribuye como libro "de literatura adulta"), lo que demuestra que eso de "literatura infantil" es una idiotez: los aciertos más esenciales de la novela están tomados (de forma subversiva, pero tomados al fin) de la "literatura infantil", y son las cosas que hacen que el libro esté tan bien hecho.

O sea: en la edición que sea, en el idioma que más les guste, pero sin falta y lo más pronto posible, lean, regalen, difundan y disfruten este libro.




Bonus track: para un fanático de Jane Austen como quien suscribe, las siguientes líneas sacadas de un artículo imperdible que escribió para el Guardian son como para sacar los bombos y tirar papelitos al grito de"Volvió la alegría, vieja":
Another question I've been regularly asked over the past year is what models I had in mind when writing Curious Incident. Was it To Kill a Mockingbird? Was it Catcher in the Rye?

In fact, the book most often in my mind was Pride and Prejudice.

Jane Austen was writing about boring people with desperately limited lives. We forget this because we've seen too many of her books on screen. All we can think of is country houses, heritage frocks and Colin Firth's chest in a wet shirt. But if Austen were alive today, she'd be writing about chartered accountants in Welwyn Garden City.

Her heroines were bound by iron rules about what they could do, where they could go and what they could say. Their futures depended on the single question of who they would marry. Was it going to be the baronet? Or were they going to fall for a cad in tight red trousers and be discarded in a boarding house in Bath?

Yet Jane Austen writes about these humdrum lives with such empathy that they seem endlessly fascinating. And her first act of empathy is to write about them in the kind of book these woman would themselves read - the romantic novel.

This was what I was trying to do in Curious Incident. To take a life that seemed horribly constrained, to write about it in the kind of book that the hero would read - a murder mystery - and hopefully show that if you viewed this life with sufficient imagination it would seem infinite.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

I completely agree with your opinion on Haddon's book. And to think I would never have read it had it not been a CAE set book.....

Pablo Toledo dijo...

Cambridge set books have to have something good about them (once in a while they do come up with the odd readable book) - it cannot all be 1 Shakespeare, 1 Austen or Dickens, 1 "postcolonial" to "celebrate the rest of the Commonwealth/universe" and the regular fillers for the rest of the list.

Good to hear from you, too, after all this time. I enjoyed your blog, and plan to become a regular visitor.