Las decisiones políticas están lejísimos (diría la Real Academia: "lejísimo", porque son gallegos y se comen las eses se comen) de lo racional. Ayer hablaba en la recepción de un lugar al que voy cada tanto por trabajo con una de las secretarias. Haciendo tiempo hasta que me atendiera la persona que tenía que ver, ella me pregunta si sabía a quién iba a votar en las elecciones de junio. Le digo que no estoy del todo decidido, a lo que ella responde convencidísima que va a votar a Macri.
¿Por qué, en el nombre del Buda por qué?
"Porque no quiero más un abogado, que venga un empresario que esos sí saben arreglar todo".
No dio el tiempo para aclarar que:
1- Los candidatos que se oponen a Macri no son abogados (Filmus es maestro, Telerman no es universitario)
2- Los empresarios se especializan en adminsitrar los recursos para hacer plata. Las ciudades se manejan administrando recursos para devolverle la plata a los contribuyentes. Fines opuestos.
3- Los empresarios trabajan para el bolsillo propio. Los intendentes ideales (no los reales, pero sí losideales) trabajan para el bien público y se van tanto o más pobres de lo que entraron.
4- Macri no armó empresas, manejó las de su padre.
O sea: esta buena mujer que vote a quien quiera, pero si hay algo que no pasa cuando se elige un candidato es un proceso racional. Así nos va.
3.5.07
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario