No more lonely nights, cantaba el Mc Cartney más pedorro en plena fiebre ochentosa. Pues bien, no más tardes aburridas, propone este blog. Como el blog es servicio, la vida es corta y el aburrimiento es mucho, y sobre todo porque soy un resentido de la época de ir a Mar del Plata al archiúnico Sacoa y que no me habilitaran ni cinco malditos chelines para jugar, y porque tuve Atari recién a los 13 años y Commodore a los 15 y PC a los 17 y recién pude pasarme noches quemadas frente a la pantalla con el Wolfenstein y el Doom y el Space Quest, y porque no hay tiempo como el tiempo no perdido sino alegremente ofrendado al goce de no hacer nada, y porque en realidad el gran motor creativo de la humanidad es el efecto Eureka (las ideas que vienen cuando uno está haciendo otra cosa), y because I can (como dijo Victoria Onetto cuando le preguntaron por qué se ponía en bolas tan seguido frente a las cámaras - en su caso, una forma sutil de no decir "porque si dependiera de mis virtudes actorales voy más muerta que Amalia Fortabat enjoyada sin guardaespaldas en Ciudad Oculta"), fíjense abajo de la barra de links a la izquierda de su pantalla, señora.
De nada, muchachos.
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