1.10.06

La era de la teta




Cuando era chico, para ver una teta había que ver si el kiosquero se había "olvidado" de ponerle la bolsa opaca a las revistas pornográficas, o confiar en que los muchachos de Fotomundo se coparan con alguna tapa de retratos femeninos. Eso, o esperar al compañerito que tuviera alguna revista (o, ya entrados los 80, que en el videoclub le alquilaran una película XXX).

Hoy, las tapas de las revistas "de espectáculos" son más generosas al turbado imaginario púber, internet es un mundo de oportunidades y la pregunta es cómo hacer para dejar de ver tetas. Puntualmente, alcanza con acercarse a las vidrieras de las librerías, en la sección novelas, apartado "libros de escritoras latinoamericanas que esperamos venderle a las mujeres, porque los estudios de mercado dan que las mujeres leen más novelas que los hombres, y que con esta tapa esperamos que los maridos compren para sus mujeres, porque la experiencia dicta que los hombres, a la hora de comprar, van primero a cualquier cosa que tenga una teta", en el estante "pero las tetas las ponemos en blanco y negro, porque eso hace a la diferencia entre el arte y la pornografía".
Con lo cual, por un lado los púberes varones de hoy la tienen más fácil, y por otra parte los jefes de marketing siguen teniendo mentalidad de púberes. Los años pasan. Las hormonas quedan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

compro la de restrepo!!!