25.10.06

Glamourama literario

Ayer fue la entrega del Premio Clarín de novela. De la ganadora, Betina González, no se puede decir otra cosa más que a) parece ser muy simpática, b) es la sexta ganadora mujer consecutiva, c) tiene 34 años pero parece más joven, y d) fue altísimamente recomendada por el jurado (cosa que era de esperarse, pero no siempre sucede).

Hubo un pequeño video con los ex-ganadores, para el que nos convocaron hace dos semanas. Más allá del video, fue muy bueno encontrarse con todos los demás, y se dio "buena onda" - con algunos ya la tenía (Mairal y Brizuela, sobre todo, también Feijóo y Henestrosa), pero algunas personas que no conocía resultaron gratísimas sorpresas (Pradelli, Piñeiro). Es raro el contacto que se da entre gente que sin conocerse tiene varias cosas en común, y en especial una cosa que SOLO ESA GENTE tiene en común.

Fue realmente muy emotivo el homenaje a Fontanarrosa (tengo el orgullo de decir que fui uno de los primeros que se puso de pie para aplaudirlo), en especial teniendo en cuenta lo mal que está por la esclerósis múltiple. No solo está en silla de ruedas, sino que perdió completamente el tono muscular en los dos brazos, por lo que no puede usarlos en absoluto (cuando dijo unas palabras, su hijo tuvo que sostener el micrófono). Lo impresionante, y lo que habla de un tipo fuera de serie, es el ánimo con el que lo lleva: las palabras que dijo fueron con el buen humor de siempre, mencionando a los amigos, haciendo chistes, sin esquivar su condición pero sin compadecerse y sin hacerla central, y demostrando que los verdaderos grandes son los que no se la creen ni ahí. Mercedes Sosa, que cantó inmediatamente después, le dedicó unas pocas y sentidas palabras en las que, literalmente, tuvo que secarse las lágrimas.

También aproveché la fiesta para saludar gente conocida y conocer gente nueva, pero más allá de todo eso la nota la dio una de las dos menciones. Recibir una mención es raro: es un privilegio pero cuesta hacerlo valer, y si uno tiene un nombre ya hecho como escritor es como que te refrieguen en la cara de la manera más pública posible que no ganaste. Fue, entonces, de antología la cara de Daniel Guebel cuando "pasó al frente" a recibir su mención. Cuando los animadores le dijeron si quería decir unas palabras, estuvo a punto de tirarles con algo por la cabeza. De más está decir que, lo poco que dijo, lo dijo como si estuviera tragando sapos en escabeche. ¡Un poco más de gracia y compostura, che!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido Pablo:

He concluido Derrumbe, la novela (si esa es la palabra correcta) de Guebel que mencionabas. Un comienzo prometedor, un final interesante pero estirado, y en el medio la más inane superficialidad. El producto tipico de un ego mostruoso que necesita pavonearse. En fin...

Asterion